Bonitas habitaciones en 2 edificios tipo chalet ubicados en medio de la naturaleza a 20 min. de Edinburgh. Fácilmente accesible desde la autopista. La habitación y el baño son espaciosos y con todo tipo de detalles. La habitación doble tenía una cama doble, otra sencilla, un escritorio, un armario y aún sobraba espacio...

El baño era apto para discapacitados, por lo que se hacía un poco raro, pero nada criticable. Todo el complejo estaba gestionado por una única persona, por lo que para hacer el check-in tardamos un rato en saber en qué edificio estaba la recepción.

El hotel es estupendo. Aunque las habitaciones que nosotros hemos tenido no están en el hotel principal, las instalaciones son fantásticas. Quiero destacar las diferentes salas: de música, la biblioteca, de billar, etc. Parece que estás en un castillo de época. El paisaje de alrededor es increible. Puedes pasear por sus jardines y ver incluso ciervos. El desayuno es muy completo.

La única pega que le pongo es la ubicación. Es necesario tener coche para poder llegar hasta Edimburgo. El transporte público te deja a mucha distancia de donde está el hotel.